segunda-feira, 9 de abril de 2007

A Argentina - parte 1

Uma das coisas que me deixam tristes no Brasil é o fato de que nós torcemos o nariz para a América do Sul. Há três anos participei de um seminário internacional sobre cinema documentário aqui no Rio de Janeiro, e vários realizadores vieram para falar de suas produções. Eram norte americanos e europeus, nenhum sul americano.

A Argentina tem uma indústria de cinema muito boa, com várias produções, orçamentos enxutos e belíssimos filmes, mas na hora de ouvir alguém falar como se faz cinema o brasileiro prefere um americano. Porque??? Não gostamos dos nossos vizinhos, portanto é melhor ter uma aula do cinema mais rico do mundo, mesmo sabendo que não temos a menor possibilidade de chegar perto deste mercado, do que aprender com quem tem uma realidade parecida com a nossa e é bem sucedido.

Depois da postagem dos 25 anos da guerra das Malvinas, recebi um relato muito particular do "Don Resi", meu amigo Pato. Por trás da frase"Las Malvinas Son Argentinas" tem uma história e meu amigo, com simplicidade, nos dá uma aula de história argentina.

Abaixo reproduzo o relato em castellano.

Utopías y contradicciones de slogans argentinos

“Las Malvinas son Argentinas” puede ser el más noble de los slogans argentinos. La frase señala un derecho indiscutible y encarnado, sin embargo, la realidad pocas veces es justa, hace mucho tiempo que las islas son inglesas. El slogan, por más real que suene, no es más que una utopía. El poderoso imperio siempre tiene la razón, impone sus condiciones y las transforma en realidad, por el derecho o por la fuerza, pero las impone, en la cultura, en la política y en la economía, como siempre.

No hay como ocultarlo, un país tan inestable como Argentina, refleja su realidad en frases históricas y/o slogans de campañas.

“Los argentinos somos derechos y humanos”, fue creado por la Junta Militar, allá por 1978/79, cuando comisiones de Derechos Humanos llegaban al país exigiendo explicaciones por las constantes denuncias internacionales por abusos en la lucha contra la subversión. Otra vez las dos caras de una misma moneda. Nadie quería la violencia que reinaba por esos días, por eso, la llegada al poder de los “milicos” para “poner orden”, nunca tuvo tanto consenso civil. Desaparecía gente y, en la calle, nació otra frase histórica “Algo habrán hecho”. Nadie quería ver lo que pasaba. Los militares, hoy en día, justifican su accionar y no reconocen que dieron vida al monstruo más terrible que algún día acecho por estas tierras.

La guerra del ´82., resume esta triste historia de amor y odio entre civiles y militares. Fuimos del discurso de Galtieri en Plaza de Mayo (Abril ´82) con la famosa, y desafiante, frase “Si quieren venir, que vengan”, aclamada por una multitud, al posterior casi linchamiento en Junio del mismo año.

“La casa está en orden”, le dijo Alfonsín a la multitud en los balcones de la Casa Rosada en las Pascuas del ´87. Anunciaba la rendición de un grupo de militares “carapintadas”. Luego se supo que accedió a nefastas concesiones.

La historia argentina comienza en el siglo XVIII, pero la historia contemporánea arranca en la década del 40 con Perón y Evita. Repasando estos más de cincuenta años, queda claro que la Argentina es un país peronista; con olor y color peronista (aunque a muchos no les guste esta apreciación). Un país con las virtudes, las miserias y las contradicciones del peronismo. La historia argentina está marcada por las consecuencias de tanta contradicción. El Partido Justicialista (Peronismo), dio origen al terrorismo marxista de Montoneros (1973-1979), para pelear contra la oligarquía militar anti-peronista, que proscribió al Perón populista durante 20 años.. Pero a su vez Perón tenía ascendencia fachista (hasta colaboró con los nazis que se refugiaron en la Argentina). Años más tarde, el propio Peronismo impulsó al poder al “lame-culo Nº1“ (puxa saco) de EEUU, Carlos Saúl Menem. La relación bilateral fue reflejada por la célebre frase de su Canciller Guido Di Tella “Relaciones carnales”. Te podes imaginar quien la ponía, ¿no?. Aun hoy continúan los vaivenes del peronismo, Kirchner, actual presidente, es peronista de centroizquierda, con Chávez y todo.

Los slogans se repitieron con Menem. Accedió al poder con el imborrable “Síganme que no los voy a defraudar”. ¿Quién pudo defraudar más a un país?, ¿Quién generó más desigualdad social?, ¿Quién posibilitó la mayor sangría de empresas públicas?, ¿Quién fue el que generador de la mayor cantidad, y variedad, de casos de corrupción en la historia argentina?. Todas estas preguntas tienen respuesta en el slogan de campaña del Carlos Saúl en la última elección presidencial, “Menem lo hizo”.

A estas historias podemos sumarles los escandalosos “cracks” financieros que década a década acechan al país. Desde El Rodrigazo en la década del 70, pasando por la hiperinflación del 89, el Plan Bonex de fines de los 90, hasta el corralito del 2001. En todas estas historias, millones de personas, de la noche a la mañana, pasaron de ser ricos a pobres y pobres a ricos, sin importar el sacrificio de los que se esforzaron toda una vida para forjar un futuro. De esa forma se fue quebrando el imprescindible sistema de premios y castigos, para que aquel que hace las cosas bien reciba su recompensa y quien hace las cosas mal, lo pague.

Es la dura historia de un país joven, con mucho por aprender. Un país de nativos e inmigrantes que debe ir forjando una nueva raza. Un país con una extensión inmensa para una densidad poblacional minúscula. Un país con una riqueza natural inédita en el planeta. Un manantial de agua potable. Privilegios que en el mundo no tienen precio.

Si de contradicciones y utopías argentinas hablamos, no podemos dejar de nombrar a dos íconos nacionales, Maradona y el Che Guevara.

Para el Diego se creo la frase “Maradona D10s”. Lo endiosamos, pero ¿quien es más vulnerable que el pobre Diego?. Los argentinos a la hora de defender al 10, fundamentan su defensa en que nadie le dio más alegrías al pueblo que él, y esa es una verdad absoluta. Lo que nadie quiere ver es la otra cara de la moneda, ¿quién hizo sufrir más al pueblo que el propio Diego?.

Y con el Che resumimos todo. De guerrillero, clandestino, terrorista y asesino, muerto como un perro a héroe y mártir que hizo honor a sus ideales. Su slogan “Hasta la victoria, siempre”, es hoy símbolo de rebeldía de adolescentes, jóvenes y adultos en todo el mundo.

Todo esto, y mucho más, hacen al argentino como es. Con todo, y a pesar de todo, te llena el pecho de orgullo ser argentino; como San Martín, Belgrano, Gardel, Fangio, Piazzola, Martha Argerich, Mercedes Sosa, Borges o Cortazar; como Estela de Carlotto (Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo); como Leloir, Houssey, Lamas, Milstein y Pérez Esquivel (premios Nobel); como René Favaloro (inventor del By Pass); como Quino y Fontanarrosa; como Les Luthiers; como León Gieco, Pappo, Andrés Calamaro, el Indio Solari, Gustavo Santaolalla y Roberto Goyeneche; como Los Chalchaleros; como Angelito Labruna y Alfredo Distéfano y como los pibes que pusieron el pecho en las Malvinas.

Nós brasileiros precisamos conhecer um pouco mais os nossos vizinhos e hermanos.

2 comentários:

ipaco disse...

No velho Pindorama fiz um post também lamentando o esquecimento em que o Brasil põe a América Latina, postura que, num certo sentido, também é recíproca da parte de muitos de nossos hermanos. Culturalmente, Brasil está mais perto da África do que da América. Eu procuro fazer meu Mercosul particular, viajando, fazendo amigos e trocando com os vizinhos.

Peter Cordenonsi disse...

Concordo com a recíproca e por isso mesmo temos que fazer nossa parte e tentar diminuir essas diferenças, deixá-las mais para o esporte.
Os ingleses e franceses também não se amam, mas trocam muitas coisas e se respeitam. Morei na Inglaterra na época que inauguraram o Eurotúnel e teve uma quantidade de matérias, programas e reportagens especiais, tudo para fazer com que os ingleses conhecessem mais os franceses. Chamava-se "Vive la Diferance". Durou o ano inteiro.
Abraço